La influenza y el COVID-19 son infecciones respiratorias virales altamente contagiosas que pueden causar complicaciones graves, especialmente en personas vulnerables. Ambas enfermedades comparten síntomas similares, como fiebre, tos y fatiga, lo que puede dificultar su diferenciación clínica. Aquí es donde las pruebas de laboratorio desempeñan un papel crucial para el diagnóstico preciso, el monitoreo y la orientación en el tratamiento y la prevención.
Pruebas de laboratorio / Tipos y usos.
1. DETECCIÓN DE INFLUENZA Y COVID-19. La confirmación temprana de estas infecciones es clave para tomar decisiones clínicas y evitar la propagación. Las pruebas de laboratorio incluyen:
Pruebas Moleculares (RT-PCR). La RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa) es el estándar de oro para diagnosticar tanto la influenza como el COVID-19. Detecta material genético viral con alta precisión y es ideal para confirmar casos sintomáticos tanto en ambiente hospitalario como ambulatorio, identificar infecciones asintomáticas y portadores en periodo de incubación, diferenciar entre ambos virus (mediante paneles multiplex).
Pruebas Antigénicas. Más rápidas pero menos sensibles y únicamente sugestivas no confirmatorias, útiles en contextos de pesquisa o cuando no se dispone de RT-PCR. Se utilizan para identificar posibles infecciones activas de manera preliminar.
2. EVALUACIÓN DE LA SEVERIDAD Y EL PRONÓSTICO. En pacientes con diagnóstico confirmado, las pruebas de laboratorio ayudan a determinar la gravedad de la enfermedad y guiar el manejo clínico:
Biometría Hemática Completa (BHC). En COVID-19, la linfopenia (niveles bajos de linfocitos) es un marcador común. En la influenza, puede observarse leucocitosis o leucopenia dependiendo de la etapa de la enfermedad.
Marcadores inflamatorios:
- Proteína C Reactiva (PCR). Elevada en ambas enfermedades, pero más pronunciada en casos graves.
- Ferritina y Dímero D. Indicativos de inflamación sistémica y riesgo trombótico en COVID-19.
- Pruebas de Función Hepática y Renal. Monitorean posibles complicaciones orgánicas asociadas.
- PREVENCIÓN. Las pruebas rápidas (antigénicas o moleculares) ayudan a identificar casos en comunidades, hospitales y empresas, lo que es esencial para contener brotes.
- GUÍA PARA EL TRATAMIENTO. Los resultados de laboratorio también son esenciales para ajustar el tratamiento:
Uso de antivirales: en influenza, los inhibidores de la neuraminidasa como oseltamivir son efectivos cuando se administran temprano. En COVID-19, antivirales como remdesivir, nirmatrelvir con ritonavir, entre otros están indicados en casos seleccionados.
Control de coagulopatías: en COVID-19, marcadores como el dímero D pueden guiar el uso de anticoagulantes.
Monitoreo de respuesta al tratamiento: la disminución de marcadores inflamatorios y la mejora de parámetros como la oxigenación indican efectividad terapéutica.
*RECOMENDACIONES PARA LOS PACIENTES:
- Realizar pruebas tempranas: si presenta síntomas como fiebre, tos o dificultad para respirar, consulte a su médico y solicite pruebas de diagnóstico adecuadas.
- Cumplir con los protocolos de vacunación: tanto la influenza como el COVID-19 tienen vacunas efectivas que reducen la severidad y las complicaciones.
- Monitorear la salud regularmente: si tiene factores de riesgo como diabetes, hipertensión o inmunosupresión, realice chequeos frecuentes para prevenir complicaciones.
- Practicar medidas preventivas: lavado de manos, uso de mascarillas y distanciamiento social siguen siendo fundamentales.
Las pruebas de laboratorio son herramientas imprescindibles para manejar eficazmente la influenza y el COVID-19. Desde el diagnóstico temprano hasta la evaluación de la severidad y la orientación del tratamiento, los análisis clínicos permiten un manejo más preciso y mejoran los resultados en salud pública. Consultar regularmente con un médico y realizar las pruebas indicadas son pasos esenciales para proteger su salud y la de los demás.